Nos
gustan los destinos de naturaleza y adoramos los paisajes de invierno. Así que
qué mejor destino que un viaje a Noruega en invierno para despedir el año y
comenzar la nueva década allí como ya hicimos en otros viajes anteriores a Laponia Finlandesa o Yellowstone en busca del invierno
real.
Como
ya va siendo tradición en nuestra familia, las últimas noches de Fin de Año las
estamos pasando fuera de casa. Hemos despedido los últimos años en Nueva York,
la Alsacia francesa, Berlín, Marruecos, el Perigord francés o Yellowstone y SanFrancisco.
Tuvimos
muchas dudas sobre qué zona elegir de Noruega para nuestras vacaciones
invernales. Inicialmente habíamos pensado en viajar a las islas Lofoten, pero
la falta de horas de luz nos hizo decantarnos por el sur y visitar los fiordos
noruegos.
Nuestra ruta por los fiordos
noruegos empezó en Stavanger, donde llegamos en un tren nocturno procedente de
Oslo. Desde aquí nos acercamos hasta el Preikestolen o roca del Púlpito
para tantear la posibilidad de subir hasta la cima de esta famosa montaña
noruega y gozar de las vistas que se tiene desde arriba. Debido a las
condiciones climáticas decidimos no subir y, como no queríamos irnos de Noruega
si ver el Preikestolen, al día siguiente contratamos una excursión en barco
para hacer un recorrido por el fiordo de la luz "Lysefjord" y, al menos, poder ver la roca del Púlpito
desde abajo.
El recorrido por los fiordos
siguió hasta Berguen pasando por Ronsendal y otros pueblos de postal a pie de
fiordo. Tras pasar un par de noche en la famosa ciudad Noruega, una de ellas la
de Fin de Año, seguimos recorriendo carreteras pegadas al fiordo y cruzando
fiordos en ferries hasta llegar a la zona de Gudvangen y Flam, donde subimos al
famoso tren escénico.
La siguiente parada fue Sogndal,
donde nos encontramos con una gran tormenta de nieve en la mejor casa que nos
podía haber pasado, una casa de película al lado de una estación de esquí
alpino y nórdico donde algunos se calzaron los esquís y subieron en motos de
nieve.
Desde aquí ya tocaba iniciar el
regreso, primero llegando a Oslo desde donde tomaríamos el avión para volver a
casa tras una breve visita a la capital de Noruega.
Hemos disfrutado de pueblos para nosotros, del silencio de los fiordos y de sus paisajes que dejan sin aliento. Seguro que no es nuestra última vez en este país escandinavo.
Hemos disfrutado de pueblos para nosotros, del silencio de los fiordos y de sus paisajes que dejan sin aliento. Seguro que no es nuestra última vez en este país escandinavo.
Que bonitas fotos Sandra,
ResponderEliminarLa calidez que transmiten en un paisaje tan frio.
Fantásticas.
Gracias!!!!!
Eliminar¡Saludos! ¿Qué opinas de los juegos de azar en línea? ¿Lo consideras sólo por diversión o existe la posibilidad de utilizarlo como una forma de ganar dinero extra? Es interesante escuchar diferentes opiniones.
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