A poco menos de una hora de Lisboa, se encuentra el encantador pueblo de Óbidos. En nuestra ruta en coche por Portugal tuvimos la oportunidad de visitarlo y, aunque está bastante saturado de turistas, pudimos encontrar el encanto que mantiene este pueblo tan pintoresco.
Sus casitas de color blanco con los bajos pintados en color amarillo o azul, convierten a Óbidos en la típica estampa rural portuguesa. Las franjas amarillas y azules se pintaban para ahuyentar a los malos espíritus.
Sus casitas de color blanco con los bajos pintados en color amarillo o azul, convierten a Óbidos en la típica estampa rural portuguesa. Las franjas amarillas y azules se pintaban para ahuyentar a los malos espíritus.
La Porta da Vila es la entrada a este pueblo amurallado. En el interior del arco hay una pequeña capilla con preciosos azulejos del siglo XVIII que decoran su interior.
La calle principal, Rua Direita, está repleta de tiendas de recuerdos y artesanía tradicional. También está llena de turistas, así que es mejor visitar este lugar a primera hora del día, cuando todavía no han llegado los autocares con visitantes o a última hora. Un truco es ir por la calle de arriba de la principal, si lo que quieres es palpar la tranquilidad de las calles de Óbidos, apartándote del recorrido principal y más turístico.
La calle principal llega al castillo del siglo XII que domina el pueblo. Se puede subir a las murallas y recorrer parte de ellas, aunque no es muy recomendable para aquellos que tengan vértigo o para niños muy pequeños pues no hay ningún tipo de protección. Actualmente el castillo alberga un hotel con encanto.
Los niños disfrutaron jugando con las espadas de madera que compramos en la calle principal de Óbidos. Frente al castillo, se sentían auténticos caballeros luchando para defender a sus ejércitos en un marco incomparable.
En el mes de Julio se celebra el Festival Medieval de Óbidos, con música y comida medieval, torneos de caballeros y cetrería. Una pena que nuestra visita fuera en agosto y no coincidiera con él.
Datos prácticos: en la entrada de Óbidos hay un aparcamiento donde estacionar los vehículos. Está prohibido aparcar en el interior del pueblo.
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Me encanta lo del niño con la cámara jajaja. Sois sencillamente geniales familia. Un beso
ResponderEliminarjajajaja Lucía, no se te escapa nada!! A ver si encontramos tiempo y podemos preparar un vídeo ;)
EliminarQué bonito. Adoro Portugal y de hecho en semana santa nos iremos unos días a Lisboa que nos encanta. No conocía tu blog pero por aquí me verás muy a menudo!! besos
ResponderEliminarA mi también me encanta Portugal, tiene un encanto especial. Bienvenida al blog!!
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