Pasear por Mérida
es impregnarse de la historia romana. Es volver atrás en el tiempo y no parar
de pensar en lo importante que fue en su momento álgido de la historia.
Queríamos que
nuestros hijos se motivaran para la visita y antes de ir les estuvimos contando historias y
vimos dibujos animados sobre el Imperio Romano. Pero fue al asomarse a un
escaparate y ver figuras de gladiadores cuando se interesaron automáticamente por la historia de
Mérida y de los romanos en general.
En nuestro paseo
por Mérida visitamos el Anfiteatro y Teatro romanos, dos imprescindibles si estás en la ciudad. Después de las
historias de romanos contadas, ver el Anfiteatro de Mérida fue uno de los momentos más esperados por los peques. Imaginarse las luchas
de gladiadores les tenía alucinados. Y luchaban? Y había leones? Y …? Fue construido en el año 8 a. C. con una
capacidad de 8.000 espectadores. Se puede visitar el anfiteatro desde arriba y
se puede bajar a la arena central.
El teatro romano de Mérida es sencillamente
espectacular. Construido en el año 16 a.
C. tenía capacidad para 6.000 espectadores. Aún se mantienen en pie dos niveles y
algunas de sus figuras. En verano se celebra un festival con representaciones
nocturnas de música clásica y moderna. Nos recomendaron visitar el teatro por
la mañana ya que a veces, por la tarde, no se puede ver por los ensayos de las
actuaciones.
El recorrido por el
teatro y el anfiteatro es accesible en cochecito de bebé, pero mejor si es 4x4 ya que hay muchas partes que son de
adoquines, arenilla o piedras grandes.
En el camino entre
el Teatro romano y la Alcazaba se encuentra el Pórtico del Foro y el Templo
de Diana, un precioso templo del siglo I a.C que conserva las columnas que
lo rodeaban y que en su día estaban pintadas de color rojo.
La Alcazaba árabe muestra otra de las
épocas esplendorosas de esta ciudad. En el año 835, bajo el dominio de los
árabes, se construyó este edificio
militar junto al puente romano.
En el centro hay
una torre que en su día sirvió de mezquita. Vale la pena descender a su
interior y relajarse mirando los peces que nadan en ese remanso de paz y
con una temperatura muy agradable comparado con el calor que hacía arriba un mediodía del mes de
agosto.
Cruzar el Arco
de Trajano para llegar al Acueducto
de los Milagros, a las afueras de la ciudad, merece también una visita. Mide
unos 25 metros de altura y se construyó sobre un puente.
Datos prácticos: La entrada cuesta 12 Euros. Los menores de 11 años no pagan y para las familias numerosas hay un 50% de descuento sobre el precio. Esta misma entrada sirve para acceder al resto de momumentos de Mérida y se compra en cualquiera de ellos. Sólo se puede pagar en efectivo.
Yo soy de Mérida, y me ha encantado este post. Recomiendo también el viaje en el tren turístico, creo que dura una media hora. A los niños les encanta, y a los adultos también. Enseñan la ciudad a la vez que te van contando su historia.
ResponderEliminarEs una ciudad muy cómoda para venir con peques